sábado, 14 de abril de 2012

Ser feliz...

Aunque el titulo sugiere que el contenido no guarda mucha relación con la razón de ser del blog, si tiene algún sentido y en el transcurso lo entenderán.

En realidad debo decir que me entusiasmo a escribir sobre el tema de la felicidad en momentos en los que me siento desanimado a muchas cosas... Pero teniendo la certeza de que siempre vale la pena intentarlo y mas cuando se han vivido algunas cosas ya (tranquilos, no voy a entrar en detalles que seguro a nadie interesan jaja).

La felicidad en mi opinión es un concepto relativo, que aunque en buena medida depende de cada quien, no siempre está a nuestro alcance... Hay varios factores que influyen y en muchos casos no se puede evitar que estos sean determinantes en nuestras vidas.

Algo que considero importante es que cada quien esté al tanto de que se puede ser feliz por muchas vías y de muchas formas. El hecho de sentirse feliz comúnmente se puede asociar al amor, a una persona o a la familia; sin embargo, también puede darse por logros individuales, por satisfacciones personales, por una acción o un gesto.

Hay quien es feliz con su pareja, con sus padres, con sus hermanos, hijos, tíos, amigos... Como también hay quien es feliz leyendo, escribiendo, cantando, oyendo o creando música, investigando o sentado en un PC. Les puedo decir que yo lo he sido con la mayoría de esas situaciones, como también les digo que no con todas a la vez, ni siempre. Incluso, no podré disfrutar mas de algunos de esos factores de felicidad puesto que ya ni existen o no están presentes desafortunadamente.

De lo anterior se desprende la importancia de disfrutar cada momento especial, de propiciar el ambiente indicado cada vez que se pueda (y no al contrario), de transmitir y recibir lo bueno de los demás sin mayores excusas ni mezquindad, pues podría ser irrepetible esa gran oportunidad. Muchos hablan y piensan en la felicidad como algo futuro, que pareciera nunca llegar y viven hasta el final buscándola sin darse cuenta de que ya la han tenido o incluso vivido (mas no disfrutado, apreciado o asimilado).

Es importante saber identificar cuales son esas personas y esas cosas que nos hacen felices, y sin prejuicios procurar buscarlas y tenerlas para serlo (cuidandolas, queriéndolas, respetándolas). Algunos no lo verán bien (quizás por lo poco común de algunas cosas o por simple envidia).

Pero así como hay que identificar las buenas, también hay que identificar lo que no nos hace bien, pues eso nos impide lograr la tan anhelada felicidad (de paso que nos puede hacer daño y mas si viene de alguien que no esperas). No es tarea fácil en cualquier caso, algunos usan esos momentos no gratos para vivir toda su vida culpando a los demás y lamentandose de lo que ocurrió en vez de cambiar el presente de cara al futuro.

Muchas veces no conseguimos el camino porque no hacemos las cosas en función de lo que queremos lograr y mucho menos lo proyectamos. Mantenerse en perspectiva es una ardua labor, los desvíos siempre están presentes, pero no es para nada imposible.

En resumidas cuentas, creo que todo lo que se haga, debe hacerse desde la buena intención y si esto nos "llena", mejor aun. Lo que nos "llena" nos hace felices, y a veces haciendo felices a otros, lo somos nosotros también. Es como aquel que por momentos trabaja y se olvida que es una obligación puesto que ama lo que esta haciendo.

Pobre del que crea que no vale la pena o da igual propiciar cosas positivas o no en otros, solo por timidez, orgullo o por pensar siempre en si mismo (egoísmo). Quizás todos en algún momento hemos creído saberlo todo en la vida o sobre algo en particular, pero es triste que pase el tiempo y se siga sumergido en eso (nunca paramos de aprender, es normal errar pero es imperioso rectificar). Es su caso? A salir de ese error pero ya!. Siempre se está a tiempo, pues eso solo trae un problema tras otro (el daño se hace a si mismo y a los demás). Escuchar, observar y analizar no es una opción, es casi una obligación para no caer en la prepotencia. Sin excusas!.

Estas reflexiones las quise compartir con ustedes desde la sinceridad de lo que siento respecto al tema, sin pretender dar cátedra y mucho menos imponer mi criterio (además sin referencias bibliográficas ni bíblicas, desde las cuales comúnmente se aborda el tema).

Con que a alguno de ustedes le sirvan de algo estas lineas, ya habría valido la pena escribirlas. La idea no es que nadie se sienta mal o aludido, sino hacer un llamado de atención que permita mejorar lo que tenga que mejorarse (en alguna medida claro.. no pretendo, insisto, que mis palabras sean misa para nadie).

Ahora trataré de volver a mis borradores y publicar pronto las 2 entradas tecnológicas que les prometí con anterioridad. Me despido no sin antes desearles toda la felicidad del mundo y que la valoren tanto como a aquello(s) que se la producen :-)

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